En multitud de ocasiones hemos escuchado o soportado esas críticas
a nuestra organización que la tachaban de radical o de excesivamente independiente
y la verdad es que viniendo casi siempre de apoltronados y pesebreros de
sistema más que un tachón lo tomábamos como un alago, alago por hacer lo que
otros no quieren, no saben o no pueden hacer.
Ese germen combativo y equilibrado de luchar para cambiar el
sistema, pero desde dentro del sistema, parece que está calando en la sociedad
y se dice que no hay nada como una verse con el agua al cuello para saber lo
que uno puede dar de sí.
En
esta línea hemos leído que la formación “Podemos”, formación política fuera de
lo común en el fondo y en las formas, está barajando la idea de sembrar el
germen de su estilo en el ámbito sindical. Desde nuestras filas no tenemos
si no que aplaudir esta iniciativa, entre otras cosas porque no es más que
llevar a un término coordinado lo que desde CST llevamos haciendo desde hace
bastante años, pero con la ventaja colaborativa de muchas más personas que
puede hacer llegar a buen puerto la creación de una gran unión obrera de acción
común fuera de paradigmas ideológicos partidistas y con la garantía de participación
e independencia.
Muchos de vosotros estáis pensando que podemos entrar en una
nueva etapa de divisiones al crearse otro “sindicato más”, nada más lejos de la
realidad entre otras cosas porque la idea de fondo es precisamente fomentar la participación,
teniendo en cuenta la forma de proceder de los denominaos “círculos” que,
basados en ideas de fondo comunes que procuran aplicar a cada contexto concreto
dando el margen de actuación suficiente, a cada situación, según el mismo pero
bajo el paraguas de unos determinados parámetros que en cualquier caso han sido
previamente consensuados y acordados por todos los círculos existentes.
No cabe duda que este tipo de sistemas de trabajo son los más
complejos de llevar a la práctica y la razón que más complejidad aporta a este
tipo de organizaciones es sin duda la falta de implicación y participación directa
de las personas que han decidido pertenecer a ellas. Estamos en una sociedad
que ha sido modelada durante años para que considere que un comer jamón unos días
es más importante que comer pan todo el año, que prefiere sin duda que le den
pescado antes de que les enseñen a pescar…la sociedad en general necesita un
cambio que frene los experimentos sociológicos que las altas esferas realizan
para ver hasta dónde pueden soportar la represión sin levantarse en armas.
Sin duda estamos ante un proyecto ilusionante de regeneración
social e ideológica que esta cimentado por la racionalidad dentro de lo que se
considera radicalidad, que se aleja de los conceptos ideológicos de siglo XVIII
en lo que respecta a dogmas preestablecidos pero no en lo que respecta a fondo,
un proyecto que puede y debe hacer llegar a la sociedad que la inmediatez en la
terminación de un buen guiso elimina los matices que diferencian lo básico de
lo excelente, que no lo mas cómodo o inmediato es mejor y que sobre todo hay
que trabajar, colaborar o participar por y para el futuro de las generaciones
futuras y no solo pensando en el presente más inmediato….¿Termomix o fuego
lento?...está claro, cucharon y paso atrás, así se comía antaño, lo de todos
para todos pero bien cocinado…donde una cucharada alimentaba mas, mejor y
durante más tiempo que un plato completo de los que hoy sacan del robot aludido.
No cabe duda que el planteamiento es susceptible de
consulta a la afiliación, la colaboración, desde la independencia, en
movimientos de este tipo enriquece ideológica y organizativamente a los
trabajadores lo que hace que el planteamiento colaborativo pueda confluir a
medio plazo, al fin y al cabo estamos ante un planteamiento ASC llevado al máximo
exponente..Independiente, sustentado con las cuotas de los afiliados y lo más
importante, totalmente ajeno a influencias políticas.