Todos conocemos ya la lucha que están manteniendo los compañeros de Lipasam. Sin entrar a valorar lo justo, o no, de sus reivindicaciones, si tenemos que solidarizarnos con ellos, al fin y al cabo todos pertenecemos a la clase obrera y es conveniente que en estos momentos sientan al menos el apoyo moral de sus compañeros de Tussam.
Muchos de vosotros tirareis la vista atrás y pensareis que ninguno de los compañeros de esa, u otras empresas, se solidarizaron con nosotros cuando mantuvimos nuestra virulenta lucha en defensa de nuestros derechos, que no reivindicaciones, pero eso no es óbice para que nosotros actuemos de la misma manera.
Es cierto que todos echamos de menos una simple nota de prensa en apoyo de nuestra lucha cuando defendimos nuestro convenio colectivo de los enchufes políticos y que todos echamos de menos un pésame cuando asesinaron a nuestros compañeros, o cuando se atrevieron a tocar el núcleo de la defensa obrera, los delegados sindicales, si nos apuráis haríamos incluso mención a algún político que hoy estaba en la cabecera de la pancarta y otrora estaba siendo coparticipe de la represión anteriormente aludida como mano derecha del ejecutor y mando en plaza, es mas, nos hubiera gustado que el Presidente del Comité de Lipasam no nos mencionara como empresa presuntamente insostenible para poner en valor sus argumentos.
A diferencia de eso, nosotros no vamos a saborear lo que podríamos catalogar como dulce venganza, estamos a favor de la lucha por los derechos…¿su bolsa de empleo?...no vamos a mencionar que la nuestra estuvo acampada en Plaza Nueva durante ocho meses y nadie se solidarizo con la misma, bueno, nadie de los que se le presuponía por ideología…y si del que presuntamente tendría que estar a favor.
Nosotros no solidarizamos, por principios, porque a lo mejor, egoístamente, queremos que los trabajadores de Tussam se impregnen del espíritu de lucha de los compañeros de Lipasam, espíritu que les lleva a plantear una batalla de principios, una batalla más allá de los derechos laborales o de las subidas y bajadas salariales…una batalla por el empleo…la economía de los trabajadores fijos a cambio de trabajo para los eventuales…todo un ejemplo.
Como veis la cosa va de lecciones…lección de humildad para ambas plantillas y para los dirigentes sindicales, para nosotros los primeros…no se nos caen los anillos y por supuesto no olvidamos….pero no se nos caen los anillos por dar el primer paso, aunque es evidente que en tiempos de guerra cualquier agujero es una trinchera y nosotros no vamos a ser agujero ahora, pero si podemos utilizar nuestros zapapicos para cavar trincheras solidarias si utilizan los mimbres del trasfondo de este humilde texto. El tiempo dirá si la semilla crece o no, pero no aceptaremos fertilizantes que fuercen en crecimiento cuando convenga a una u otra parte….debe crecer a su ser, de manera natural, solo entonces seremos más fuertes y casi invencibles, al fin y al cabo todo es cuestión de solidaridad e ideales…no de cantos al sol.
Muchos de vosotros tirareis la vista atrás y pensareis que ninguno de los compañeros de esa, u otras empresas, se solidarizaron con nosotros cuando mantuvimos nuestra virulenta lucha en defensa de nuestros derechos, que no reivindicaciones, pero eso no es óbice para que nosotros actuemos de la misma manera.
Es cierto que todos echamos de menos una simple nota de prensa en apoyo de nuestra lucha cuando defendimos nuestro convenio colectivo de los enchufes políticos y que todos echamos de menos un pésame cuando asesinaron a nuestros compañeros, o cuando se atrevieron a tocar el núcleo de la defensa obrera, los delegados sindicales, si nos apuráis haríamos incluso mención a algún político que hoy estaba en la cabecera de la pancarta y otrora estaba siendo coparticipe de la represión anteriormente aludida como mano derecha del ejecutor y mando en plaza, es mas, nos hubiera gustado que el Presidente del Comité de Lipasam no nos mencionara como empresa presuntamente insostenible para poner en valor sus argumentos.
A diferencia de eso, nosotros no vamos a saborear lo que podríamos catalogar como dulce venganza, estamos a favor de la lucha por los derechos…¿su bolsa de empleo?...no vamos a mencionar que la nuestra estuvo acampada en Plaza Nueva durante ocho meses y nadie se solidarizo con la misma, bueno, nadie de los que se le presuponía por ideología…y si del que presuntamente tendría que estar a favor.
Nosotros no solidarizamos, por principios, porque a lo mejor, egoístamente, queremos que los trabajadores de Tussam se impregnen del espíritu de lucha de los compañeros de Lipasam, espíritu que les lleva a plantear una batalla de principios, una batalla más allá de los derechos laborales o de las subidas y bajadas salariales…una batalla por el empleo…la economía de los trabajadores fijos a cambio de trabajo para los eventuales…todo un ejemplo.
Como veis la cosa va de lecciones…lección de humildad para ambas plantillas y para los dirigentes sindicales, para nosotros los primeros…no se nos caen los anillos y por supuesto no olvidamos….pero no se nos caen los anillos por dar el primer paso, aunque es evidente que en tiempos de guerra cualquier agujero es una trinchera y nosotros no vamos a ser agujero ahora, pero si podemos utilizar nuestros zapapicos para cavar trincheras solidarias si utilizan los mimbres del trasfondo de este humilde texto. El tiempo dirá si la semilla crece o no, pero no aceptaremos fertilizantes que fuercen en crecimiento cuando convenga a una u otra parte….debe crecer a su ser, de manera natural, solo entonces seremos más fuertes y casi invencibles, al fin y al cabo todo es cuestión de solidaridad e ideales…no de cantos al sol.
