viernes, 31 de julio de 2009

FLEXISEGURIDAD

Hace unos días leíamos un artículo en el que una cierta parte de la patronal se quejaba de que el coste de las infraestructuras tenían que soportarlo ellos mientras que Renfe financiaba los billetes del Ave que pasaban a tener un precio por debajo del coste. De paso daban un repasito a la estrategia montada por la patronal en relación ya que estamos a los nuevos inventos de estos (vía CEOE) para recortar los derechos de los trabajadores y pagar menos al estado en relación a las aportaciones patronales, invento al que han dado el nombre técnico de Flexiseguridad.
Si analizamos las situaciones en todo su contexto podemos apreciar la queja realizada la hacen en unos tiempos en los que se les ha acabado los abusos a la hora de cobrar por sus servicios, y es sospechosamente sospechoso que sea ahora cuando lleva funcionando casi 12 años la Alta Velocidad en España ¿antes no tenían que para tasas? ¿o es que el margen de ganancias superlativo que han tenido durante tantos y tantos años no le son suficientes? 
Como es habitual, la patronal, pretende que los estamentos públicos subvencionen su margen económico en estos momentos de crisis, para que ellos no tengan que poner en riesgo su patrimonio personal. Es fácil ser empresario privado y estar en contra de ayudas o empresas estatales en tiempos de bonanza económica y cambiar 180º en discurso sin ningún tipo de rubor ni vergüenza, cuando los tiempos no les permiten exprimir el consumismo de esos a los que después pretenden hacer “pagaches” de sus privilegios. 
Si hablamos de la Flexiseguridad nos encontramos con una nueva petición de flexibilización de los despidos y una rebaja de las cuotas patronales a la seguridad social ¿a cambio de que? Como siempre de nada. Si es verdad que pretenden reactivar la economía y el mercado, tendrían que plantear soluciones que se aplicasen en casos especiales y solo a las empresas que sometan sus contabilidades al control de la administración, es decir, podríamos encontramos con que las contrataciones tendrían una aplicación de “X” días de despidos en casos de especial singularidad, referidos a contratos de nueva creación y con un periodo de carencia en relación al control económico, y de una penalización en casos en los que no se den esas circunstancias. 
Es evidente que eso no les interesa, como no les interesa crear un fondo de garantía exclusivamente empresarial y del que se complemente la diferencia entre lo que cobraría un trabajador en caso de despido de “especial circunstancia” y lo que debería cobrar en realidad. Este planteamiento se realiza desde la misma perspectiva que ahora solicitan los empresarios al estado, solidaridad, pero de manera diferente ya que serian estos empresarios los que, entre ellos, se solidarizarían para hacer viables las empresas en cierto riesgo, sin merma en sus resultado de cuentas ya que las aportaciones en relación a los despidos seria mínima si en realidad lo que pretenden es no despedir a coste cero y si busque reconstruir el tejidos empresarial perdido en tiempos de crisis.